Friday, October 15

Hay un universo de pequeñas cosas...

Esta mañana recibí un mensaje de mi papá que leía: "Estoy feliz. Cada día descubro que el mundo es mejor y tiene cosas nuevas para disfrutar." A sus 66 años, también me dijo que se acaba de enterar que no es viejo "solo tengo varias juventudes acumuladas, que maravilla de juventud y que larga". Eso fue lo primero que leí en la mañana y no se si sería eso o que es viernes (o esa mágica combinación) pero al levantarme de la cama me puse a cantar y a bailar con una canción inventada --algo que hago mucho, no tienen sentido-- y el esposo se rió. Despues al salir, esperando al bus ví al cielo azul y un poco nublado, diferente al de ayer que era soleado con nubecitas dispersas (el de la foto).

Me quedé pensando en lo que me dijo mi papá y en conversaciones que he tenido esta semana con una amiga de la universidad. El jueves lo primero que leí en la mañana fue un poema de ella, se lo escribió a unas mariposas muertas que encuentra por allí en fila, y era tan dulce el poema que se me alegró el corazón de saber que "hay universos de pequeñas cosas" para todos en este mundo, cosas "nuevas" para disfrutar. Cosas que tal vez siempre han estado allí pero...solo tienen un valor si en ese momento alguien, no importa quién, las nota.

Esta semana, he tenido muchas "señales" que no son más que esas cositas que me alborotan el alma... cuando las veo, cuando decido darles la importancia que se merecen. La gran mayoría de la semana me la pasé en la ceguedad, en la "marea blanca" como dice José Saramago. Se me aparecian y yo les daba en el botoncito de snooze... vuelvan mañana. Y lo hicieron! Antes de salir del trabajo después de un día cansón estaba lloviendo y me deleité caminando al bus a pesar de que se me estaban mojando los pies.

Ayer, por ejemplo, leí acerca de una chica --que para mi es una amiga porque me leo su blog todo el tiempo--- y la loquita está pasando por quimioterapia pero cada vez que escribe es como si solo su alma se comunicara, por supuesto que tiene temores, por supuesto que le duele perder su cabello, pero sabe en lo más profundo de sí que esto es pasajero, que el cabello crece otra vez y que lo más importante es estar presente y no dejar escabullir a su musa creativa mientras su cuerpo pasa por este duro proceso (es artista).

Y aparte, al final del día no aguantaba el sueño pero me llamó la coki 1, quería leerme algo. Tal vez no lo notó, pero se me exalto el corazón de alegría porque me gusta saber que está escribiendo, que notó como un río llora por ser libre y lo puso en un papel como solía hacer de chamita.

Esas son las cosas "nuevas" de la que habla mi papá, y eso que el no sabía que yo andaba en eso de "ver" pero estoy feliz de que tengamos esta conexión cósmica, no sólo con él, pero con todos los seres que deciden buscar algo significativo, algo que parece manifestarse como un regalo único en nuestras vidas pero que está al alcance de cualquiera.

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