Saturday, February 19

Que tengas un buen viaje, Tío Teofilo

No sé si fue cuando recordé tu cabeza blanquita y canosa, o esa sonrisa llena de paz que siempre me ofreciste,  pero hoy cuando te mande un mensaje de despedida con mi papá se me llenaron de lágrimas los ojos repentinamente. Con una mezcla entre tristeza y felicidad, mi parte apegada pensó en que más nunca podria ver tu sonrisa o escuchar tu bendición. Pero la otra parte, la más fuerte, se alegró de saber que definitivamente ibas hacia la luz, pues no tengo en mi memoria a nadie más noble que tú.

Verás Tío, yo conocí poco de ti, y mas aprendí de los hechos de tu vida leyendo la hermosa carta con la que te homenajeo Domingo Carrasquero, que lo que pudiste compartir conmigo en vida. Pero es esa falta de información lo que me hace pensar que  llegué a conocer a tu verdadero ser. Cuando cierro los ojos y pienso en tí, te veo claramente sentado bajo un árbol margariteño, parándote inmediatamente cuando veias que se acercaba el carro de nosotros, y con Tia Aleja, tu compañera de vida, estabas siempre listo para ofrecernos alguito de beber para acompañar la conversa. Desde siempre, cuando nos ibamos de tu casa Alejandra, Gaby y yo simplemente deciamos, "es tan bello." Eras una luz, y de cierto modo doy gracias por no saber muchísimo de ti, más que eras un hombre lleno de amor genuino. Eso me es suficiente hoy para pensar que vas a estar bien, porque una vida más linda no se pudo haber tenido.

Tuesday, February 8

Mi Primer Amanecer

Cuando estuve en Miami el diciembre pasado, la llamada que me despertó de cumpleaños fue la de Alejandra y Carlos. Me sali de la cama con el propósito de ver amanecer sobre el mar.

Encima del horizonte se veian nubes gordas como si rozando la superficie. Y de repente a las nubes le comenzaron a crecer cabellos dorados hacia todas las direciones, asi como estaba el mio, despeinado.

Haciendo su preámbulo, el sol solamente amenazaba con salir pero despues de un tiempito empezó a apartar a las nubes y al mar con una linea fina naranja. Se hace esperar, pensé. Lentamente el vacio se hacia más grande, más anaranjado pero aun no se notaba su forma, hasta que la parte de arriba del circulo se fue desvistiendo y se despilfarró encima del agua que ya no era azul sino rosa con miel.

Me pareció tan insólito pensar que este espectáculo ocurre todos los dias de maneras distintas y que este al alcance de todos disfrutar del show. Sin embargo, nunca me despierto a las 6:30 para verlo, y es más me atreveria a decir que hasta mi cumpleaños numero 28 nunca lo habia detallado, y mucho menos con tanta curiosidad gatuna. Pero tal vez por eso fue, era el regalo específico de este cumpleaños.

Friday, February 4

Aprendiendo del Agave

Nunca me imagine que algun dia de mi vida estaria rodeada de Agave Azul con un volcán de testigo en hectareas que se extienden mas allá de la visión con esa planta sagrada que da dulces, papel, tequila y define gran parte de la cultura de un país.

Como todo lo que parece valer algo en esta existencia, mi experiencia se hizo esperar, como lo hace un buen tequila. Estando frente al Agave, me di cuenta que el ser humano sin paciencia nunca conseguiria nada bueno. Es una virtud dificil de adquirir, pero ahora, más que nunca, estoy convencida que es la más importante en la que trabajar todos los dias.

Cuando nos tomamos un tequila, es seguro que ni pensemos de donde vino, como se hizo, o que el proceso es labor de muchas personas empezando por los grandes “jimadores” que plantan, podan, cuidan y miman al Agave desde que tocan la tierra volcánica.  Lo mismo cuando nos comemos una ensalada llena de vegetales que tienen historia, pero no la sabemos, esos alimentos vienen llenos de un colmado de paciencia, que indirectamente nos deben transmitir aunque sea un poquito de ella para tal vez no explotar en la fila del banco. 

Especialmente el tequila es una obra de sudor y espera. Los agaves son sembrados, y dia tras dia, los jimadores madrugan con el sol en los campos para hacerles mantenimiento. Uno cualquiera puede incluir hacer “cortes de pelo” a los agaves. Desde el estilo “farolito,” donde se cortan solo las puntitas de sus pencas, o tipo “arbolito” si deben podarse mas para crecer sanos, o el punketo “castigado” que deja a la planta  un poquito avergonzada, pues sus extremidades son devoradas por la coa –uno de los tantos instrumentos de los jimadores. O tal vez, sea un dia de apartar a los “hijuelos” de las plantas madres para ser examinados y determinar si algun dia podran dar una buena “piña,” el centro que queda de la planta luego del corte de pelo final que los enviara al horno, un paso mas cerca a ser el elixir Mexicano.  Una fulminante manchita marrón con matices rojos en la base del hijuelo determina si el candidato va a la horneada, o se convertira en fertilizador, un rol no menos importante. 

Una de las cosas mas lindas de la cultivación de agave es que todo regresa de alguna manera u otra a la tierra de la que salió. Ni siquiera los retazos que sobran despues de los cortes de pelo se pierden, ellos tambien tienen su misión, hacer crecer a los demás. Sera posible ver nuestras más dolorosas experiencias así? Cuando se nos caen retazos, a donde van? Sera que no son mas que fertilizantes que regresan a nuestra alma a remendar los vacios? Me pregunto:  Cuando los agaves sembrados sienten a los fertilizadores, los reconoceran como la parte de ellos que alguna vez fue? Sentiran que no hay separación y que todos son lo mismo? Y sería posible que lo mismo ocurra con nosotros los humanos?