Saturday, February 19

Que tengas un buen viaje, Tío Teofilo

No sé si fue cuando recordé tu cabeza blanquita y canosa, o esa sonrisa llena de paz que siempre me ofreciste,  pero hoy cuando te mande un mensaje de despedida con mi papá se me llenaron de lágrimas los ojos repentinamente. Con una mezcla entre tristeza y felicidad, mi parte apegada pensó en que más nunca podria ver tu sonrisa o escuchar tu bendición. Pero la otra parte, la más fuerte, se alegró de saber que definitivamente ibas hacia la luz, pues no tengo en mi memoria a nadie más noble que tú.

Verás Tío, yo conocí poco de ti, y mas aprendí de los hechos de tu vida leyendo la hermosa carta con la que te homenajeo Domingo Carrasquero, que lo que pudiste compartir conmigo en vida. Pero es esa falta de información lo que me hace pensar que  llegué a conocer a tu verdadero ser. Cuando cierro los ojos y pienso en tí, te veo claramente sentado bajo un árbol margariteño, parándote inmediatamente cuando veias que se acercaba el carro de nosotros, y con Tia Aleja, tu compañera de vida, estabas siempre listo para ofrecernos alguito de beber para acompañar la conversa. Desde siempre, cuando nos ibamos de tu casa Alejandra, Gaby y yo simplemente deciamos, "es tan bello." Eras una luz, y de cierto modo doy gracias por no saber muchísimo de ti, más que eras un hombre lleno de amor genuino. Eso me es suficiente hoy para pensar que vas a estar bien, porque una vida más linda no se pudo haber tenido.

No comments:

Post a Comment